Saludos,
hoy vengo a relataros las aventuras y
desventuras de nuestro humildes pjs en la campaña “Sarah” de Ragnarok, tiempo
había pasado desde la anterior sesión, pero cada vez cuesta más coordinar los
horarios para cuadrar la misma gente. Pero ahí vamos.
No esta demás
repetir que sino la has jugado y tienes intención de jugarla no continúes
leyendo.
Ultima sesión de la campaña Sarah, Ragnarok
Tal y como narrábamos en el resumen
anterior la huida del hotel Pompadour fue precipitada, se escuchaban las
sirenas y sabíamos que eso se convertiría en pasar el día en una comisaria de
Edimburgo dando explicaciones sobre lo que había ocurrido en el hotel.
Sinceramente fue una suerte no pasar por eso, exactamente no sabíamos muy bien
que había ocurrido, nada salió según el plan y ese tal Kevin nos salvó el culo
mientras nos enfrentábamos al vampiro.
Cuando llevábamos unos kilómetros que nos
alejaban del hotel decidimos hacer un alto y poner las cartas sobre la mesa
para decidir que debíamos hacer. Con unas pintas todo se entiende mejor…
Estaba claro que el origen de todos los
problemas que habían azotado a los Dingwall tenían su origen con la cruz de hierro
que llevaba Robert. En la carta que Brian le escribió, hacía referencia de un
pueblo del condado de Inverness, Drumnadrochit a orillas del lago Ness en las
Highlands. De allí procedía el clan Urquhart, quizá allí era donde teníamos que
ir…
“Otra
ronda”
Ann Wolf estaba en un estado catatónico,
respondía con monosílabos y se la veía sobrepasada, no nos iba a ser de mucha
ayuda, pero no podíamos dejarla al margen de esto. Al otro extremo estaba el
padre Vincenzo Bellini que afirmaba abiertamente que el fin del mundo estaba
próximo y que era nuestra misión derrotar a este mal que estaba
despertando.
El resto tratando de tomarnos las cosas con
filosofía, o como más o menos nos habían entrenado en la Merrick House, ese
mundo siempre ha estado ahí, lo sepamos o no, confirmar su existencia no te
hace más vulnerable, ni más preparado. Es algo que has de tomar como lo que es
trabajo. Y sobre el papel parecía lo más sensato, pero unos cuantos de nosotros
dábamos respingos cada vez que alguien entraba en el pub. Con resolución
decidimos emprender el viaje a Drumnadrochit, serian cuatro o cinco horas,
siempre contando con encontrar el camino a la primera. Así que los que pudieron
durmieron durante el trayecto, los que no pensamos como iba a terminar esto.
Tras unas 6 horas de viaje llegamos a
DrumnaDrochit, un pueblecito o aldea perdida de la mano de dios, el paisaje era
un completo manto blanco por la nieve que en ocasiones se juntaba con el cielo
plomizo que nos acompañaba. El retraso se produjo por la intensa tormenta que
nos afectó al final del trayecto, llegando al pueblo ya de noche. Las únicas
luces que veíamos venían de un par de pubs que tenían los carteles encendidos,
por las calles estaban desiertas, algo normal contando con la que estaba
cayendo. Paramos en el primer Pub que encontramos, y allí descansamos nuestros
huesos durante una horita. Comimos, bebimos e hicimos el turista, peguntando
mas acerca del monstruo del lago Ness que lo que realmente nos había llevado allí.
En el pub había más parroquianos que estaban enredando con una radio de
radiofrecuencia, por lo visto la tormenta había encontrado el paso que nosotros
habíamos tomado, el pueblo parecía estar incomunicado por lo menos esa noche.
“Si
estaban de camino, tengo que comunicarles que las carreteras están cortadas,
hasta que lleguen las quitanieves de Inverness, no podrán salir del pueblo o
alrededores, Si buscan un lugar donde quedarse al final de esta calle, está la
plaza del pueblo tomen la primera a la izquierda, allí encontraran a Marion en
el alquiler de apartamentos.”
Yeso hicimos, la nieve había seguido cayendo
con intensidad y las calles habían desaparecido y la conducción se hacía más
complicada, pero siguiendo las instrucciones llegamos al centro de alquiler “Achmony
Holidays Hotel”. Allí una chica pelirroja con os pies apoyado en el mostrador
leía una revista hasta que el tintineo de la puerta la alerto de nuestra
presencia.
“Buenas
noches, no por el clima, soy Marion en que puedo ayudarles”
“Necesitamos
un lugar para pasar noche, sabe por casualidad a que distancia queda el
castillo de Urquhart”
“El
castillo, yo lo llamaría más ruina, creo que queda un torreón que pronto se
derrumbara, está al otro lado del lago, tengo una casa que da en la orilla
contraria de las ruinas. Si les interesa esa habría que salir cuanto antes si
el clima empeora no podremos desplazarnos del pueblo.”
“Pues no
se hable más.”
Todos notaron como Marion cogió un revolver
del cajón y se lo metió en la bolsa, bueno todos menos Thomas que estaba
absorto enseñando unos formularios a Marion, que tendría que rellenar para la
Merrick.
“Ustedes
vayan en la furgoneta y síganme, si alguien quiere acompañarme en el
todoterreno.”
“Yo
mismo la acompañare, contesto Thomas”
Frederic no pudo resistir más, y le pregunto
abiertamente porque había cogido un revolver.
“Para
defenderme de los Lobos, en esta época del año escasea los alimentos y se
vuelven muy agresivos…”
Durante el tracto Thomas trato de romper el
hielo, y sacar algo de información a Marion sobre el pueblo, los Urquhart, pero
sus respuestas eran muy escuetas y estaba más atenta a la carretera que a la
conversación. Una niebla los envolvió todo y los de la furgoneta solo eran
capaces de seguir al todoterreno por las luces antiniebla que llevaba en la
parte superior. Era una niebla tan densa como la que inundo el hotel. Al
instante un olor penetrante de azufre asalto el interior de ambos vehículos, lo
que puso nervioso a todos.
Enfrente nuestro apareció una silueta con una
pala, fue un instante pues el todoterreno lo golpeo y lo hizo saltar por los
aires para acabar debajo de las ruedas de la furgoneta.
“Que no
paren, que no paren – repetía Marion bajo la mirada
atónita de Thomas”
Pero pararon, Robert y el padre Salieri
salieron del vehículo para ver al pobre hombre que había quedado destrozado a
siete metros de la furgoneta. Marion detuvo el todoterreno y saco el arma del
bolso, Thomas hizo lo propio por inercia.
“Dios
mio, está usted bien, no se preocupe le llevaremos a un hospital”
“Arrrghh…”
“No se
mueva, ahora mismo le ayudamos “
“Arrrghh,
Argghh”
Marion salió del todoterreno y se dirigió
hacia la furgoneta, Thomas hizo lo mismo. Allí Robert y el padre Salieri se
enfrentaban a un hombre con medio torso arrancado que se arrastraba hacia
ellos, Robert cogió la pala, mientras Saliere sostenía la cruz y gritaba en
nombre de todo lo divino que expulsara el mal de allí. No funciono y Robert se
había bloqueado ante lo que tenía delante. Marion apareció entre ellos y vacío
el cargador sobre la cabeza del ser.
“¡Volver
a la furgoneta, no deberías haber parado! ¿tenéis armas? “
“Yo
tengo un revolver “- tímidamente dijo Thomas.
Marion fue al todoterreno abrió el maletero y
de una bolsa saco un escopetón un Striker y se lo dio a Frederic, el joven
estudiante se quedó con los ojos como platos.
“Ahora
continuemos y bajo ningún concepto detengan el vehículo”
Marion aviso por radio a los del pueblo que se
había encargado del enterrador, que era un problema menos. Continuamos el
camino sin preguntas, al llegar a la casa habría tiempo para eso.
La casita del lago
Una vez llegamos todos a la casa, Thomas quiso
poner las cartas sobre la mesa con
Marion, la actitud que había tenido con el zombi no había sido de sorpresa sino
más bien de costumbre.
“Desde
hace un tiempo, yo solo llevo dos años aquí, va desapareciendo gente, antes
solo era eso, pero últimamente regresan siendo otras cosas, al ser que
atropellamos en su día fue Mathew Goodman el enterrador, que había desaparecido
y algunos vecinos lo había visto pero nunca de tan cerca”
“Pero
desparece gente y no denuncian ni hacen nada”, increpo
Robert
“La
policía viene e investiga, pero no encuentran ninguna pista. Y lo que ha
ocurrido esta noche es algo que se hace muy difícil de explicar si no lo ves”
Todos recordáis lo complicado que se hace a
veces tener que dar una explicación coherente y normal para un suceso
paranormal, nunca es sencillo. Dadas las horas y el temporal la invitamos a
quedarse a dormir en la casa.
Sobre los Urquhart no sabe mucho, hay una
leyenda o una historia a cerca de la fortaleza, que ahora se conserva a
pedazos. El párroco del pueblo Brunces Yorgest, lleva algunos años más que yo
el seguro que tiene más conocimientos, o quizá el viejo Ronald Drummond, a sus
70 años está jubilado, pero fue el párroco hace muchos años, ahora ahoga sus
penas en la botella. Mientras el Padre Bellini protegía la casa con una
bendición, el resto preparábamos una cena frugal de pasta y aceite, lo único
que había en la casa. Decidimos hacer guardias, la primera la haría Robert.
Nada ocurrió salvo el que Robert se coló en la
habitación de Marion para cogerle las llaves del todoterreno y chequear la
radio y el resto de pertenecías, al no encontrar nada extraño trato de
devolverlas sin ser descubierto, pero Marion ya le esperaba despierta. Y
tuvieron su momento íntimo. Robert se marchó a acostarse y no despertó a nadie,
así pues, no hubo más guardias.
Al día siguiente con una mejor climatología
regresamos al pueblo y una vez allí nos separamos, Thomas y Frederic irían a la
tienda de suministros para comprar víveres para, los padres querían hablar con
el párroco de la villa y Robert y Ann iría a hacer preguntas a “Ye olde Woman’s
Dance” el mejor sitio para comer y tomar algo.
La iglesia de Drumnadrochit
El padre Salieri y el padre Bellini se bajaron
de la furgoneta y caminado sobre la nieve se dieron un paseo hasta las afueras
del pueblo donde estaba situada la iglesia.
A simple vista era una construcción que pedía a gritos reformas. La
puerta parecía nueva, y no estaba cerrada. Sobre la puerta había una
inscripción en gaélico, que ninguno de los padres fue capaz de descifrar.
A tha seo grod àite
Tras pasar el umbral vieron una iglesia
estándar con dos fileras de asientos, un altar y detrás de este una figura de cristo,
pero no parecía haber nadie en la iglesia, se pasearon y observaron el estado
dejado que tenía la iglesia, hasta que el padre Saliere reparo en unas manchas
de sangre debajo del cristo, parecía una pintada, que alguien había tratado de
limpiar… Con sangre, Bellini se aproximó y leyó en voz alta.
“Sonó la segunda trompeta ,666”
El padre Bellini entro en modo, apocalipsis
citando versículos sobre la biblia mientras se paseaba por el lugar. En estas
que hizo acto de presencia el padre Brunces Yorgest, que al ver a dos
sacerdotes se mostró sorprendido.
“En que
puedo ayudarles, Padres”
“Vemos
que no ha conseguido limpiar bien estas marcas” – Le
espeto Salieri señalando las pintadas.
“La
iglesia tiene un aspecto de dejadez y está pintada en la casa de dios es toda
una ofensa, quiero una explicación cuanto antes”
“Vera
este sitio… Acompañenme”
El cura necesitaba caminar para que la
historia saliera a la luz, y los llevo por todos los lugares de la iglesia,
mientras se lamentaba del mal que habitaba en esas tierras, las desapariciones,
una extraña mancha que aparece en la puerta y pese a que la ha cambiado cuatro
veces vuelve aparecer y ahora la inscripción con sangre que no se acaba de
borrar.
“Que
significa la inscripción en la puerta” Pregunto Salieri
“Este es
un lugar Horrible”
En su deambular por la sacristía Saliere se
fijó en una pintura de las varias que había, un óleo que mostraba las ruinas de
un castillo en un lago, sobre ella había un par de ojos penetrantes de color
verde. En la otra orilla del lago se veía a un herrero sosteniendo una cruz,
idéntica a la que tenía Robert. Al lado del herrero había un monje que se
cortaba la mano para regar con sangre la cruz. Bellini dio un respingo pues la
imagen del monje era exactamente igual a Kevin.
“Que representa
este cuadro”
“Representa
una leyenda de hace 400 años, el mal habitaba en el castillo de Urquhart, la
gente desaparecía y volvía transformada, como vampiros, como dice la leyenda
solo había una forma de eliminarlos con esa extraña cruz de hierro. Sin duda
que ustedes este aquí es una obra divina, creo que con su ayuda podemos
combatir el mal…”
La tienda de suministros
Thomas y Frederic fueron a la tienda de
suministros a conseguir víveres, herramientas y demás utensilios variopintos y
útiles que pudieran servirnos para la misión. En estas Thomas llamo a la
Merrick para informar de lo acontecido y si había habido alguna noticia nueva.
El caso Pompadour dio mucho que hablar y la
Merrick tuvo que interceder por nosotros, ya que los hombres de seguridad y el
libro de clientes ponían en el punto de mira al grupo. Le explicamos donde
estábamos lo que sospechábamos.
Con el dependiente tuvimos algunas palabras,
al parecer el apellido Dingwall era conocido de un condado colindante. Quizá el
apellido familiar de los Urquhart murió hace siglos tras William Urquhart por
la falta de varones, pero la familia continua con sus mujeres. Y quizá Dingwall
es descendiente de Urquhart…
El pub “Ye olde Woman’s Dance”
En el pub la primera noticia que escucharon Robert
y Ann es que esa noche había desapareció la joven Lisa Robertson de 16 años,
sus padres habían dado la alarma a primera hora de la mañana, la chica no
regreso anoche a casa. Según la policía hay que esperar unas 24 horas antes de
denunciar la desaparición. Aunque la sensación de todos los presentes es que no
hay nada que hacer.
Resulta que el prometido de Lisa, Mathew
Campbell, primo de Bruce, falleció de un infarto y fue el último cliente que
tubo Mathew Goodman el enterrador.
Robert y Ann se quedaron en la barra esperando
al resto del grupo…
Unas pintas más tarde llegaron los padres muy
nerviosos por lo que tenían que explicarnos referente a Kevin y la leyenda de
los Urquhart. Robert nos puso sobre aviso de la desaparición de la joven Lisa.
Thomas le menciono sobre el condado de Dingwall que estaba próximo a aquí.
En las afueras del Pub un dueño de la tienda
de suministros se peleaba con llevar su carrito de supermercado de regreso al
super por la nieve. “…Malditos turistas!”
El padre Salieri pregunto a Roger kithen el
propietario del pub, donde podíamos encontrar al Padre Drummond, el con un
gesto de la cabeza señalo a un individuo anciano que parecía estar durmiendo la
siesta sobre una de las mesas, los Padres se acercaron para hablar con él. El resto
tratábamos de organizar un equipo de búsqueda para tratar de encontrar a Lisa,
hasta que las palabras de Frederic, nos puso los pies en el suelo.
“Nos estamos enfrentando a Vampiros, zombis y
a saber que más, por ella ya no podemos hacer nada”
El padre Drummond con pocas ganas levanto la
cabeza de la mesa para protestar por los pesados de turno que le hacían
preguntas, pero al ver que eras sacerdotes, sus sangrantes palabras se ahogaron
en su garganta.
El hombre se vio obligado a explicar su
historia, y parece que todos nos vimos absorbidos por sus palabras, mientras se
bajaba una botella de wiski. Nos mencionó las desapariciones, la leyenda de que
Willian Urquhart violo a una muchacha y que tras su muerte nació una chicha de
ojos verdes, cuyo nombre fue Morak o Sarah.
También decía que había soñado y había visto a
ese hombre de la representación del cuadro, en sus sueños de Sarah procedía la
bondad y la vida, hasta que hacia presencia Kevin y todo se tornaba decante y
enfermizo.
Cuando termino de hablar ya era de noche y
alguien golpeo la puerta, tras ella estaba Kevin Mcdogal, que se sentó en una
mesa aparte.
Thomas no pudo evitar ir a hablar con él.
“Tengo
que hacer lo que tengo que hacer, hace 400 elimine a su padre William ahora
debo hacer lo mismo con Sarah, y la respuesta a todo esto la tiene Robert, él
tiene la cruz, y la sangre”
Tras esto un nuevo silencio se hizo en el pub,
Roger el dueño del bar se apresuró a cambiar uno cirios a de un altar que tenía
unos signos extraños. Un aullido de un lobo congelo a todos los presentes y un
repicar de puertas y ventas que al rato se transformó en un aporrear.
Lo mas parecido a lo ocurrido...
Una horda de zombis se volcó sobre el pub,
entraban por ventanas, puertas, los parroquianos se hicieron con armas
improvisadas otros con armas de fuego y comenzó una batalla campal por la
supervivencia. Tras los zombis había un grupo de lobos que parecía que no
podían entrar. Y donde estaba Ann, desde la conversación del viejo la habíamos
perdido de vista y no sabíamos dónde estaba.
Saliere se dedicó a lanzarles agua bendita los
muertos, esto no parecía afectarles lo mas mínimo, así que se dedicó a tirarles
wiski. Robert recogió la cruz y de la forma más épica que podía golpeaba a los
muertos, aunque la cruz como arma resultaba muy incómoda. Thomas disparo a
diestro y siniestro, pero viendo la eficacia de sus armas de fuego salto tras
la barra y se dirigió hacia la cocina donde hacia un instante había visto hacer
lo mismo al padre Salieri. Este apareció con un cuchillo de carnicero que lo
lanzo en una curva perfecta para abrirse camino en la cabeza de uno de los
muertos. Frederic sin arma encontró una escopeta y se puso a hacer sopa de
zombi.
Robert tenía un plan lanzo unas botellas de
wiski a los muertos, pero no tenía fuego así que corrió hasta uno de los cirios
y los lanzo con cuidado de no apagar la llama. Los lobos entraron en el local
para salir cagando leches, las diferentes botellas lanzadas a los muertos
prendieron con fuerza, El dueño del pub estaba más acojonado del fuego que de
los zombis, pero ahí seguían. Salieri volvió hacer lo mismo con otro cuchillo
de la cocina, Thomas buscaba una salida, por la cocina, no había y por los
baños solo había una ventana… Un segundo en el lavabo de tíos, había una mancha
de sangre que salía por la ventana, quizá, fuera la de Ann. Se lo comento a
Salieri y este le dijo que lo siguiera, que no perdiera el rastro…
“Que
valiente pensó en voz alta el padre, al ver salir a Thomas”
Thomas llego hasta la ventana y se pasó
atrapado por ella más de tres turnos, lo cual no era lo más ridículo que había
hecho en su vida, pero quizá si fuera lo último que haría… En ese tiempo dentro
seguía el caos, los zombis caían, algún parroquiano también, y los lobos se
apartaban del fuego que consumía tanto a zombis como al pub. Ese tiempo de
reflexión hizo ver a Thomas que salir fuera solo con los lobos al otro lado de
la calle no sería lo más inteligente… Así que con mucho esfuerzo consiguió
regresar al pub conservando la dignidad. Bellini lucho como un jabato, pero no
tuve tiempo de ver cómo.
Al terminar con el ultimo zombi un lobo enorme
nos miró a todos y se marchó.
“Es el momento, Robert, debemos ir a
enfrentarnos a ella, debes cederme la cruz y tu sangre, aceptas”
Robert acepto, como en las películas se hizo
un corte en la palma de la mano, esos cortes de mal currar y muy incomodos si
después quieres coger objetos, embadurno la cruz, las balas que le cedió Thomas
y un par de abrecartas. Y le dio la cruz a Kevin.
“Vamos”
Las ruinas del castillo Urquhart
No tardamos mucho en llegar a las ruinas, las
instrucciones que nos había dado Kevin es, cubrirme yo me la cargo. Parecía un
buen plan.
La memoria me flaquea en esta parte, Kevin
invoco a un poder que está más allá de nuestro conocimiento y donde no había
nada aparecieron unas escaleras que descendían. Tomamos las linternas de la
furgoneta, y el resto de armas, a Frederic casi no se le veía tras su escopeta
striker, la escopeta del bar estaba colgada a su espalda, el estudiante estaba
más armado que rambo.
Llegamos a una gruta que se ampliaba hacia una
sección del castillo, levemente iluminado, tras una puerta había una gran
estancia una mesa dispuesta con tantos comensales éramos más uno, una chimenea
encendida y en la otra punta de la habitación la silueta de una mujer dándonos
la espalda.
Comenzaron a hablar, era una conversación que
hacia siglos que duraba y nada tenía que ver con nosotros, Kevin parecía
enfrentarse a sus demonios interiores tras cada palaba de Sarah. El padre
Salieri se sentó en la mesa tras todos hicimos lo propio, un menú de langosta
en emulsión de mostaza y miel. Pero estaba claro que ahí no habíamos venido a
comer… Sobre todo, cuando vimos aparecer a Ann Wolf transformada en un ser sin
alma en sus ojos.
Sarah y Kevin se enzarzaron en un combate
aéreo mientras a nosotros nos apareció el hermano de Bellini, que como si de un
traje se tratase, se desprendió de la carcasa de Bellini para mostrar al
demonio que llevaba dentro.
Lets Fight!
Ganamos la iniciativa lo que nos prometía una
lucha sin tregua, pero la cuestión es que Frederic más nervioso que de costumbre
disparaba allí donde no estaba la criatura, El padre Salieri hacía lo propio
con el agua bendita, la lanzaba allí donde la criatura no estaba. Robert
luchaba cuerpo a cuerpo con una espada, que creía era de sus ancestros, sin
mucha fortuna, Thomas sin mucho acierto tan solo tocaba una de cada 3 balas, y
no tenía más cargador. El primer golpe lo recibió Robert, salió disparado como
si lo hubiera atropellado un camión. Pero con un resoplido se levantó. El
combate continuaba y la criatura aguantaba gran parte de nuestros ataques, su
objetivo se fijó en Frederic, tenía el cañón más grande y había comprobado el daño
que le podía hacer. El agua bendita del padre Salieri, comenzó a hacer efecto.
Sin Armas Thomas se acercó a Frederic para hacerse con la escopeta. Justo en el
instante en que Kevin llamaba la atención de Frederic y le entregaba la cruz.
“Solo
con esto podrás matarlo.”
Frederic soltó la escopeta striker y recogió
la cruz de hierro, Thomas a su vez se hizo con la escopeta, desde el suelo casi
sin ángulo de visión y en una postura muy incómoda, Thomas disparo la escopeta
lanzando el cuerpo del demonio al infierno… Muy épico.
Kevin por su lado estaba recibiendo una
somanta a ostias por parte de Sarah, sin la cruz la cosa estaba inclinada hacia
el bando de ella.
Kevin pidió recuperar la cruz y aquí Frederic
tubo la partida en vilo… Y creo que aquí lo dejamos, citando a mi amigo Mangu
sobre la partida que el había jugado hace muchos años.
“Yo conseguí un final que ha sido y será recordado,
Alessandro (pj Frederic) ha conseguido un final…”
“Que nosotros recordaremos...”
le conteste
Aquí el equipo ganador. |
Epilogo: gracias Pedro por dirigir esta partida de forma magistral y al resto del equipazo por hacer que haya sido tan divertido, Vargarh, Pakeke y Alessandro.
Anakleto.
Grande, como siempre. Un épico final a altas horas de la madrugada, cuando la consciencia se funde y ya no se distibgue entre sueños y realidad.
ResponderEliminarEl pobre Robert fue valeroso y se enfrentó a las garras del demonio a pecho descubierto. Sus golpes abrieron sendas heridas, que su carne mortal no pudo soportar y se desmoronó ante la bestia. Por fortuna allí estaban sus compañeros, que se encargarían de Morak y de vengar al clan de los Dingwall. Algo que Robert jamás olvidará...
Gracias Anakleto por tan soberbios resúmenes. Gracias al resto por la compañía y las risas, y gracias a Pedro por rescatar ese monstruo immortal. Sarah...
Para que veas la paradoja, el hermano de tu pj, Briam llego al mismo encuentro que nosotros, tenia la cruz y su sangre era tan valida como la tuya, pero en esa ocasión Kevin estaba de vacaciones, o no era el momento y el momento nos alcanzo a nosotros. Una campaña muy interesante de base, pero a la que llegas al final muy guiado por las pistas que nos dieron los pnjs.
EliminarEs una campaña muy encarrilada, pero extremadamente rica.
ResponderEliminarCreo que en parte fue porque mucho material fue si no desechado por el máster, dejado de banda para que pudiéramos ver el final. Algo que se agradece, dado el calendario y lo difícil que es coincidir. El tema diabólico, de la secta satánica y tal, el policía vampiro que cazaba por Edimburgo, el cura... Son cositas que generan mucho misterio y tensión al principio de la campaña, a las que les pierdes un poco la pista durante y reaparecen al final, estallándote en la cara. Así lo percibí yo.
El tema de la importancia de los pnjs es un poco exagerado. Qué habrísmos hecho de no haber sido por el joven Vampirello? Porque mucha sangre Urquhart llevaba yo por mis venas, pero cuatro guantazos y los huevos de corbata, oiga...
Lo indudable fue que la disfrutamos y nuestro afamado gusrdiàn no puede tener queja de ls implicafión en el juego. Cool...